Las pastillas de freno son uno de los componentes más importantes del sistema de frenos de un vehículo, ya que son responsables de detener el movimiento del vehículo al convertir la energía cinética en energía térmica a través de la fricción. Las pastillas de freno se colocan en los calipers de freno, que se aprietan contra los discos de freno para detener el movimiento de las ruedas.

Las pastillas de freno están hechas de materiales de alta fricción que son capaces de soportar altas temperaturas generadas por la fricción. Los materiales comunes incluyen compuestos orgánicos, cerámica y metal. Los compuestos orgánicos son la opción más económica y ofrecen un rendimiento moderado, mientras que las pastillas de freno de cerámica y metal son más duraderas y ofrecen un mejor rendimiento en situaciones de alta velocidad y temperatura.

Es importante elegir las pastillas de freno adecuadas para el vehículo, ya que el tipo de pastilla que se elija puede afectar el rendimiento de los frenos y la vida útil de los discos de freno. Factores como la marca y modelo del vehículo, el estilo de conducción y el tipo de condiciones de conducción en las que se comprometen el vehículo deben ser considerados al seleccionar las pastillas de freno.

En general, las pastillas de freno necesitan ser reemplazadas después de cierto kilometraje o cuando el grosor de las pastillas ha disminuido por debajo del mínimo recomendado. Es importante seguir las instrucciones del fabricante y hacer una inspección regular del sistema de frenos para garantizar la seguridad del vehículo y de los pasajeros.